La Batalla de Malasaña... la Batalla de Lavapiés (Part II)

          Martes, 23 de julio de 2013

          Volvió a acontecer en un martes cualquiera, tales batallas no podían desarrollarse en ningún otro marco que no fuera un martes. El dios Marte nos vigilaba de cerca, camuflado detrás de una esquina, de una papelera, de una rinconera o de una encina.

          Carámbano volvió a infiltrarse, sigiloso, por las venas dormidas de esas calles de un Madrid que a veces parece vislumbrar un despertar. Gente disfrazada, gente de mentira y también de verdad, disfrazada de sonrisas, de sueños, de melancolía y hasta de cierta pasión escondida. Un Madrid que cabecea entre oráculos perseguidos y anhelos escondidos por muy cara a cara que los unos nos miremos a los otros. Un Madrid donde todo tiene cabida, hasta lo que no cabe, o no coge, o no pega en ninguna parte.

          Un caluroso paseo por ese barrio que abandera la hija de un panadero francés y de una bordadora, de nombre Manuela y de apellido Malasaña, al parecer abatida un 2 de mayo de 1808, aunque yo la vea muy lozana y muy querida, manifiesta y pizpireta, cada día.

          Tres librerías, cuatro bares y un café, y no era mediodía. Ya era casi de noche, con calor, sueño y algún reproche. Poesía, algún imbécil, un par de razones, sin condiciones. Como conducir un coche. Con decisión.

           En conclusión. Hicimos amigos, conocidos y algún verso y alguna  canción. Nada perverso, tampoco a traición. Fue educativo y singular, marco perfecto para que este Carámbano eche a volar.

           Ya en Lavapies, se disfrutó al reconocer cierto lugar de tal lugar, que ya se andó y se conoció a ciertos rostros que nos reconocieron nada mas llegar, para disfrutar, e imaginar esta comedia, mitad tragedia, que imaginar.

( J + S, julio 2013)

A las puertas de la Gloria
Atomic Bar Madrid
calle del Barco, 15 (Madrid)

A modo de Pedro Luis de Galvez en su celda
Atomic Bar Madrid
calle del Barco, 15 (Madrid)